miércoles, 6 de julio de 2011

Prostitucion Y Trata De Blancas En Mexico

Prostitución y trata de blancas, tema pendiente en México
Una de las realidades más crudas que se viven en todo México, y particularmente en Nayarit, es la prostitución y la trata de blancas (comercio con mujeres para prostituirlas). Según estadísticas de la ONU, en nuestro país la trata de blancas y la prostitución infantil son una lacerante realidad, sobre todo en las zonas costeras, como Quintana Roo, Guerrero, Sinaloa, Jalisco y Nayarit. Asociada a factores como altos índices de pobreza, principalmente en zonas rurales con bajos niveles educativos, la prostitución de menores en la República Mexicana ha crecido a tal grado, que a escala mundial nuestro país es visto como destino de turismo sexual y como el segundo con mayor producción de pornografía infantil; así lo destaca la Red de Organizaciones Trabajando para la Eliminación de la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes (ECPAT, por sus siglas en inglés), en su informe Global monitoreo.
El organismo puntualiza que el turismo sexual «es un problema que afecta los grandes polos turísticos de la nación, como Tijuana, Cancún y Acapulco, este último conocido como el Bangkok de Latinoamérica». Refiere, asimismo, que estas ciudades acogen a miles de menores «atrapados en la prostitución, que en su mayoría son explotados por visitantes provenientes de Estados Unidos, así como de Inglaterra, Holanda y Alemania, y no tienen un perfil determinado, ya que pueden ser pederastas o clientes ocasionales», precisa.
Según las últimas investigaciones, entre 16 mil y 20 mil menores se prostituyen en México, aunque en esta cifra no se incluyen a los miles de niñas centroamericanas, que a partir de los 12 años se convierten en esclavas sexuales. En el caso de Nayarit, en Tepic, la ciudad capital, se han detectado casos de prostitución infantil en algunos giros negros; por tal circunstancia, el ayuntamiento de esta ciudad ha emprendido una estricta supervisión y vigilancia en dichos establecimientos
Las mujeres que terminan envueltas en estas redes han sido atraídas con promesas de estudio o empleo, tras su arribo a su sitio de destino en el exterior, a las mujeres se les retienen los documentos de identificación y se les obliga a prostituirse para pagar todos los gastos que han ocasionado y para las ganancias de los traficantes.
Este es un tipo de actividad ilegal que genera rentas e ingresos que no se pueden declarar ante las autoridades económicas porque de hacerlo se declararían muchos problemas legales.
La trata es un delito contra las personas y es siempre para su explotación.
El propósito de la Trata de Personas es la explotación: incluye la explotación sexual (prostitución), el trabajo o servicio forzado, la esclavitud y la extracción de órganos.
El Tráfico, es un delito en contra del Estado. Ocurre cuando una persona no reside en un país, ingresa irregularmente a otro. Es el caso de los ecuatorianos que son llevados a los Estados Unidos, España, Colombia, Perú (por lo general), o cualquier otro país, por coyoteros.
Por otra parte a este problema social se le ha brindado una fecha específica y especial por el día Internacional del Recuerdo de la Trata de blancas y su explotación, siendo este el 19 de agosto, fecha que se conmemora desde el año 2004.
Edgar Montiel (experto de la UNESCO), se refirió a las nuevas prácticas de explotación y esclavitud: "Se contabilizan cerca de 70 millones de niños que están obligados a trabajar, la trata de blancas, la trata de los inmigrantes, las diferentes formas de explotación de un trabajo no remunerado, los hacinamientos en muchos países para un trabajo de producción masivo donde la fuerza de trabajo se remunera con muy poco, son las diferentes formas de esclavitud latente contra las cuales Naciones Unidas quiere luchar". El Día Internacional de la Trata de blancas y su explotación fue proclamado por la UNESCO para honrar la victoriosa revuelta de esclavos y personas explotadas de Haití, en 1791, que concluyó con la independencia de ese país en 1804.
El tráfico de mujeres y la prostitución en América Latina y el Caribe se remontan a la época de la conquista, cuando los españoles, dando cumplimiento a la "ley de guerra", tomaban o entregaban el "botín de mujeres" al vencedor, ello originó el comercio sexual en la región y en los establecimientos para su ejercicio. Durante la colonia aparecieron las primeras normas para penar dicha actividad, y también el proxenetismo, con sanciones que podían llegar hasta la pena de muerte (Molina, 1995).
Durante todo el Siglo XX, pero de forma más acentuada después de cada guerra mundial, este tráfico continuó, y también fueron víctimas las mujeres europeas, que huyendo del hambre y el horror de la guerra, eran presa fácil de los traficantes. Este hecho llevó a que la actividad tomase el nombre de trata de blancas, denominación que luego se trasformó en trata o tráfico de personas y que actualmente es penalizado en todas las naciones.
El tráfico de mujeres en América Latina y el Caribe tiene dos características principales: el tráfico interno, en el que mujeres, niños, jóvenes y hombres son trasladados de una zona a otra dentro de su propio país, y el tráfico externo, en el que son trasladados a otro país. Este último esta dirigido a cubrir una demanda más amplia en el mercado internacional y por ello esta relacionado directamente con redes de Estados Unidos, de Europa y Asia, que tiene sus puntos de operación y reclutamiento en nuestra región. Los centros más activos estarían localizados principalmente en Brasil, Surinam, Colombia, Republica Dominicana y las Antillas, donde se inicia el tráfico hacia los centros de distribución ubicados en países ricos del hemisferio norte, principalmente Europa (España, Grecia, Alemania, Bélgica y Holanda), medio oriente (Israel) y Asia (Japón).
Solo en España, los datos facilitados por los centros de acogida y protección sostenidos por instituciones de la Iglesia Católica muestran que la mayoría de las mujeres traficadas provienen de América Latina (Colombia, Brasil, Republica Dominicana, Ecuador), y el resto tiene su origen en Europa del Este (Rusia, Lituania, Croacia).
Esta información es coincidente con los datos entregados por la Dirección General de la Guardia Civil (año 2000), en los que se cita a América Latina como lugar de procedencia del 70% de las víctimas de la trata de blancas.
Aunque los países citados son los que tienen el papel principal en la organización del tráfico, actualmente las conexiones y envíos se originan en casi todos los países de la región.
Pero no sólo los centros de emisión se diversificaron, pues las redes de traficantes han creado nueva modalidades de trata que intentan burlar la tipificación de tráfico como delito y evadir las responsabilidades legales. Una de estas modalidades consiste en un contrato de trabajo.
Generalmente las redes de traficantes publican avisos en los diarios, en los que ofrecen empleo en el exterior, y en ellos incluyen información parcial sobre el trabajo en los países de destino, ocultando la realidad.
Si bien algunas de las personas que son atraídas por los anuncios tienen una idea aproximada del trabajo que van a realizar, las perspectivas son más glamorosas y atractivas cuando aparecen en los anuncios y no se coinciden con la realidad que encuentran las mujeres al llegar a destino. Cuando se enfrentan a la situación y se resisten a aceptar su nuevo trabajo, son presionadas y forzadas.
Otra modalidad es la adopción. En 1991, cerca de mil peruanas fueron llevadas a Holanda mediante un mecanismo de adopción simulada. La víctima entra legalmente al país, pero su "padre" la somete a condiciones de trabajo abusivas.
En otros casos, las personas llegan al país receptor mediante su matrimonio con un nacional o residente legal, o se casan por medio de agencia matrimonial; después de unos meses, la mujer es prostituida y sigue viviendo en su propia casa en condición de prisionera.
Las formas actuales de tráfico muestran más similitud con las antiguas que lo que pudiera parecer. El avance tecnológico acelerado no ha servido para eliminar esta plaga sino que sólo permite informar con amplitud de su expansión y múltiples aspectos en todo el planeta.
Tráfico de mujeres para el mercado matrimonial (entre países asiáticos, o desde Latinoamérica, Asia y África hacia Europa, Japón y los Estados Unidos).
Caravanas de mujeres traficadas e instaladas en las cercanías de las bases militares para entretenimiento y uso sexual de los oficiales y soldados.
Mujeres traficadas como mano de obra barata y que trabajan sin ninguna protección laboral.
Mujeres ofrecidas como esclavas en sitios de Internet, donde se las promociona explicando su capacidad de resistencia al dolor, a la tortura y todo lo que puede hacerse con ellas. En algunos de estos sitios se aceptan propuestas que promedian los 60.000 dólares.
Miles de mujeres traídas por un supuesto contrato de trabajo rentable y que terminan destinadas a burdeles o clubes nocturnos de diferentes lugares del mundo.
Mujeres y niñas provenientes de áreas rurales que son vendidas y traficadas para llenar la demanda del turismo sexual.
Anuncios y promociones turísticos sobre mujeres y niñas exóticas a las que se puede acceder fácilmente en un vuelo charter con todo incluido.
Como en la antigüedad, observamos mercado matrimonial, utilización de la mujer como objeto sexual y como mano de obra (ya no siempre gratuita, pero todo caso barata).
En cuanto a la magnitud del fenómeno, cifras parciales y aisladas dan cuenta de algunos datos que permiten alguna aproximación. Millones de personas en el mundo entero son traficadas con diversos propósitos y es visible el alarmante crecimiento del problema. El negocio mayoritario lo constituye el tráfico con fines de explotación sexual, que, según estimaciones de las Naciones Unidas, mueve anualmente entre cinco y siete billones de dólares, y las cifras de desplazamientos se acercan a los cuatro millones de personas (Raymond, 2001).
Son numerosos los casos de mujeres, niños, hombres o jóvenes traficados para trabajos domésticos que terminan siendo explotadas sexualmente.
Según estudios, las mujeres ecuatorianas constituyen el cuarto grupo en número de mujeres emigrantes que trabajan como prostitutas en Japón (después de las colombianas, filipinas y tailandesas) y esa cifra parece seguir creciendo.
Se estima que casi cincuenta mil mujeres dominicanas ejercen la prostitución en Holanda y Alemania y que alrededor de tres mil mujeres mexicanas lo hacen en Japón, luego de ser reclutadas por una red de traficantes de ese país (Azize y Kempadou, 2002).
Denuncias realizadas en Ecuador muestran que los mediadores exportan a las mujeres por valores que oscilan entre quince y veinte mil dólares cada una; en Japón las compran por aquel precio y las venden a la industria sexual local. Los dueños de bares pagan por las mujeres entre 35 mil y 40 mil dólares y les dicen que estar endeudadas por esa cantidad de dinero. Para poder pagar esa deuda, la mujer es obligada a prostituirse. Para impedir que huya, se le mantiene bajo la estrecha vigilancia de mafias organizadas. Es confinada en un departamento y obligada a recibir "clientes" de día y de noche. Si protesta o si trata de huir, se abusa de ella como "castigo", y si se enferma o se hiere, no tiene derecho a seguridad social ni a ningún tipo de asistencia estatal.
Se conoce de mujeres que han llegado al suicidio por desesperación, de otras que son asesinadas. A menudo la familia no puede pedir siquiera la devolución del cadáver, porque la mujer entró al país con pasaporte falso.
La propuesta del Gobierno de reformar los Códigos Penal, de la Niñez y Adolescencia, de Salud y la Ley de Turismo para evitar la pornografía infantil y la trata de blancas en el país fue calificada positiva.
Alberto Cárdenas, ex ministro de Bienestar Social, resaltó la importancia de tipificar la pornografía infantil como un delito para sancionar estos actos que actualmente no constan en las leyes del país. "Más que reformas legales hacen falta reformas morales en los jueces, para evitar este tipo de delitos en el país", dijo.
En los últimos días, según Cárdenas, lo que se ha hecho es acomodar una serie de leyes para buscar sanciones a estos delitos, pero por presión de la opinión pública.
El presidente de la Cámara de Turismo de Pichincha, Roque Sevilla, señaló que el sector está de acuerdo en que se impongan sanciones drásticas a este tipo de delitos a las operadoras de turismo y aerolíneas que se involucren.
"Con esto se va a combatir el turismo que no queremos en el país por los actos ilícitos que se cometen", dijo. Según Sevilla, el país está a tiempo de imponer sanciones, a fin de evitar problemas mayores como los registrados en Tailandia, donde no existe una ley que condene estos abusos. (AV)
Comisión busca las alternativas
Debido a la falta de aplicación de políticas para evitar la trata de personas y la descoordinación de las autoridades, se conformó una comisión nacional, encabezada por el Ministerio de Gobierno e integrada por las Secretarías de Bienestar Social, Educación, Relaciones Exteriores, entre otras, para afrontar estos problemas.
El director de Derechos Humanos de la Cancillería, Julio Prado, afirmó que la comisión actualizará la legislación, ejecutará programas y políticas de control, prevención y ayuda a las víctimas y buscará apoyo extranjero.
La Merced es considerado como la zona más grande de trata de blancas. Foto: Archivo/EL UNIVERSAL

La Merced y su alrededores es la zona considerada como el mercado de trata de personas más grande de América Latina. De acuerdo con Investigadores de la Universidad del Valle de México en este sitio se han detectado a cinco mil mujeres y mil 500 niñas víctimas de explotación sexual.

Por trata de personas se entiende la captación, transporte, traslado y recepción de personas recurriendo al uso de la fuerza física u otras formas de coacción, como rapto, fraude, engaño o abuso de poder. El objetivo es ofrecer, luego de un pago, el consentimiento a otra persona para ejercer autoridad sobre la víctima.

Pero esta explotación no sólo refiere prostitución, incluye otras variantes como realización de trabajos forzados, esclavitud, servidumbre y hasta extracción de órganos.

Conocido también como tráfico o comercio de personas, es un delito internacional contra los derechos humanos y el tercer ilícito más rentable. Naciones Unidas (ONU) estima que al menos 27 millones de personas han sido víctimas de explotación laboral, sexual o comercial en los últimos 25 años.

El UNIVERSAL DF te presenta algunas de las zonas en donde a través de operativos se ha focalizado la trata de personas dentro de la ciudad:

La Merced. Este jueves 17 de marzo, fueron detenidas 31 personas, 24 mujeres y siete hombres, durante un operativo en un hotel, ubicado en Las Cruces y San Pablo, en la colonia Centro. Se les vincula con el delito de tráfico de personas.

Tlalpan.
El pasado 7 de marzo fueron rescatados dos menores de edad, que eran obligados a prostituirse en las inmediaciones de la calzada de Tlalpan. Los hombres les exigían el pago de 100 pesos diarios como renta del uso de suelo.

Coyoacán. La policía capitalina rescató a tres mujeres que con amenazas de muerte, eran obligadas a mantener relaciones sexuales con desconocidos. Debido a una llamada anónima se logró el rescate en el departamento 1 del edificio 1239 de avenida Taxqueña, en la colonia Campestre Churubusco, delegación Coyoacán.

Venustiano Carranza. En octubre de 2010, se exhibió el caso de dos sujetos que fueron detenidos en la colonia Valle Gómez, de la delegación Venustiano Carranza, quienes supuestamente engañaban a jóvenes con anuncios de periódicos donde solicitaban edecanes.

Penales de Iztapalapa y Xochimilco. El 15 de febrero de 2011, se informó que al menos 20 servidores públicos, principalmente custodios de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario del Distrito Federal, serían investigados por la Procuraduría capitalina, por los casos de presunto abuso sexual y prostitución forzada de internas de los penales femeniles de Santa Martha Acatitla y Tepepan.

Al respecto, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubón anunció la modificación a leyes, reglamentos y disposiciones legales con el compromiso de erradicar la trata de personas y el abuso sexual infantil en el la ciudad de México.

Los corredores para enganche
Durante un diplomado efectuado en la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), denominado "Violencia contra las Mujeres. ‘Trata' como una de sus Expresiones, Políticas Públicas y Derechos Humanos” se concluyó que los lugares en donde los proxenetas enganchan a las adolescentes y jóvenes para lograr la trata con fines de explotación sexual son:

- Bosque de Chapultepec

- Alameda Central


- Las cuatro centrales de autobuses foráneos de la ciudad (Norte, Observatorio, Taxqueña y Oriente-TAPO)

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