miércoles, 6 de julio de 2011

Trata de blancas

MÉXICO - Amnistía Internacional (AI) denunció este martes la creciente desaparición en los últimos tres años de mujeres, la mayoría menores de 18 años, en la mexicana Ciudad Juárez (norte), frontera con Estados Unidos, y la probable existencia de una red de trata de blancas.

"La desaparición de niñas en Ciudad Juárez ha crecido 400 por ciento desde la entrada en vigor en 2007 del Operativo Conjunto Chihuahua" contra el crimen organizado, en el que participan unos 5,000 militares y policías, dijo en conferencia David Peña, abogado de AI.

Mutilaciones violentas

"En 2007 desaparecieron seis, en 2008 hubo 18, en el 2009 la cifra llegó a 22 casos y en lo que va del 2010 llevamos 26 casos", precisó.

Ciudad Juárez tiene 1.3 millones de habitantes y fue marcada desde 1993 a 2003 por el asesinato de más de 400 mujeres con similares características: jóvenes, morenas y de cabello largo.

Los cuerpos que se han encontrado presentaban huellas de alto grado de violencia, como la mutilación de los senos, y la mayoría de esos casos siguen impunes.

"Nosotros presumimos que hay una fuerte presencia de trata, pero no lo hemos podido documentar porque las condiciones de seguridad en Ciudad Juárez no te permiten ni siquiera investigar los casos", añadió Peña.

Medidas cautelares


Algunas de las madres de las mujeres desaparecidas, integrantes de las organizaciones Justicia para Nuestras Hijas, Nuestras hijas de regreso a casa, entre otras, "tienen medidas cautelares desde hace dos años, tienen escoltas, tienen radios de protección de seguridad y las amenazas siguen llegando", denunció el abogado.

La violencia contra mujeres en Ciudad Juárez, donde además los cárteles de las drogas libran una sangrienta pugna, "es un problema endémico", comentó a su vez Alberto Herrera, presidente de AI México.

"Las autoridades en el Estado de Chihuahua tienen una reticencia muy preocupante para abrir investigaciones y con la violencia (generada por la pugna entre narcotraficantes) el sistema de impartición de justicia de Chihuahua está rebasado"

"Las autoridades en el Estado de Chihuahua tienen una reticencia muy preocupante para abrir investigaciones y con la violencia (generada por la pugna entre narcotraficantes) el sistema de impartición de justicia de Chihuahua está rebasado"

Cada vez con mayor frecuencia, el cable ofrece productos originales con historias vinculadas con temas controvertidos, por la naturaleza de su mirada a hechos reales, de denuncia o de advertencia, con respecto a cuestiones que a pesar de su gravedad parecen diluirse en medio de los múltiples conflictos cotidianos. "Matrioshki", la miniserie belga que hoy, a las 21, estrena Movie City, toca el tema de la mafia rusa, al describir el accionar de una banda criminal dedicada a reclutar a jóvenes mujeres en los países del ex bloque soviético, con la promesa de trabajo como bailarinas en Europa oriental, que luego terminan convirtiendo en esclavas sexuales.
Anteayer, la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, advirtió al mundo acerca de un nuevo objetivo de su país: ponerse al frente en la lucha contra la trata de humanos en al menos 14 países (incluso en Arabia Saudita), y aseguró que son alrededor de 800 mil personas las que actualmente están en esa condición en todo el mundo. La mitad de las víctimas son mujeres, casi sin excepción atrapadas por las mafias de la prostitución.
Si bien la mafia rusa creció exponencialmente tras la caída del Muro de Berlín, antes de los años 90 ya se habían identificado alrededor de 8000 grupos criminales rusos euroasiáticos y 800 "jefes de la ley" (padrinos), que se organizaron y hoy cuentan con 100 mil miembros activos, que controlan cerca del 80% del negocio privado en la ex Unión Soviética. En la actualidad, tienen alianzas con organizaciones similares, por ejemplo, de México y Colombia. Desde Colombia, por ejemplo, todos los años se venden al exterior unas 35 mil mujeres. El caso de Ciudad Juárez, en México, es en ese sentido un triste ejemplo del drama que sufren las mujeres acorraladas en sociedades donde la vida humana apenas vale un puñado de dólares. A la prostitución, estas organizaciones fueron sumando otras actividades, que van desde el tráfico de drogas y armas, hasta la usura, los secuestros, las estafas con tarjetas de crédito y la pornografía infantil.
La miniserie de 7 millones de dólares, dirigida por Marc Punt y Guy Goossens, estrenada en enero último en Bélgica, contó con más de un centenar de actores de ese país, Rusia, Holanda, Moldavia, Chipre, Grecia, Lituania e Inglaterra.
La trama tiene como punto de partida la ciudad de Vilnius, en Lituania, en donde el traficante de mujeres Raymond Van Michelen (Peter Van den Begin) organiza el reclutamiento de una docena de chicas a las que promete trabajo como bailarinas en discotecas belgas. Algunas de las postulantes dudan de sus promesas, de los contratos escritos en griego, y entregan a regañadientes sus pasaportes. Cualquier traición por mínima que sea, descubrirán más tarde, puede ser pagada con la muerte.
Al mismo tiempo, un ex integrante de la banda (Wim Opbrouck) está al filo de traicionar el pacto que todavía lo une a Van Michelen, y un periodista belga sediento de justicia (Lucas van den Eijinde) trata de desentrañar el complicado tejido criminal. De allí el grupo viajará a Chipre, donde las mujeres serán entrenadas como bailarinas de caño y en los secretos de la prostitución. Algunos meses después llegarán a Amberes y, finalmente, a Limburgo, donde tiene lugar buena parte de la historia que combina policial y suspenso, en el estilo de las últimas propuestas televisivas, con crudo realismo. Por este último aspecto, Amnesty International incluirá fragmentos de "Matrioshki" en documentales que piensa usar para advertir a chicos y adolescentes en escuelas de diferentes lugares de Europa acerca de esta antigua, pero creciente forma de esclavitud

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