viernes, 20 de mayo de 2011

ENRICO FERRI "LA SOCIOLOGIA CRIMINAL"

 


ENRICO FERRI

ENRICO FERRI nació en Sn. Benedetto Po, Mantua, el 25 de febrero de 1856 y murió el 12 de abril de 1929. Su vida fue por demás productiva y multifacética. Hijo de un tendero, no tuvo abundancia de bienes en su niñez, siendo un alumno irregular hasta los 16 años en que tomó clase con Roberto Ardigó, célebre filósofo positivista, el que dirigió y dio al joven Ferri una orientación definida.

Estudió en la Universidad de Bologna, con Pietro Ellero, profesor de Derecho Penal que combatía la función retributiva de la pena, dando más valor a las funciones preventivas de la misma. Presentó en 1877 su tesis en que trata de demostrar que el libre albedrío es una ficción, y que debe substituirse la responsabilidad Moral por una responsabilidad social. La obra fue premiada, aunque causó asombro y disgusto en Italia.

De Bologna pasó a Pisa, para estudiar con el máximo exponente del Derecho Penal Italiano clásico: Francesco Carrara, el que se expresó de su nuevo alumno en la forma siguiente: "En lugar de prender de nosotros Ferri ha venido a enseñamos".

Al publicar su tesis en 1878, envió una copia a Lombroso, el cual le respondió por medio de Turati "Ferri no es bastante positivista", esto molestó a Ferri sobremanera, pues él trataba de "aplicar el método positivo a la ciencia del derecho criminal", y respondió a Turati: "¿Acaso pretende Lombroso que yo, jurisconsulto, vaya a medir cabezas de delincuentes para ser bastante positivista?"

De Pisa fue a París donde estudió Antropología con Quatrefages, y trabajó con la estadística criminal francesa obtenida en los años de 1826 a 1878, revisando los trabajos de Quetelet y Guerry, y es entonces cuando "comprendí lúcidamente toda la realidad de aquel juicio de Lombroso acerca de mi libro".

Decide entonces ir a Torino (Turín), sede de los estudios lombrosianos, logra (con gran reticencia de la comisión) que el Consejo de Educación le dé licencia para enseñar, dando su primera clase con sus "Substitutos Penales".

La estancia en Turín es fructífera; Lombroso lo recibe y ayuda, y principian a publicar el "Archivo di Psichiatria", el intercambio de ideas, como hemos comentado, hace corregir a ambos algunas ideas, y dar paso al inicio de la Scuola Positiva, Ferri ahora visita cárceles y manicomios, ve criminales y mide cabezas.
En 1879 Ellero deja su cátedra en Bologna para ir a la Corte di Cassazione, y pronuncia su voto por Ferri para substituirlo, así, tres años después de salir de esa Universidad como estudiante, Ferri regresa como profesor, había pasado un año con Carrara, otro con Quatrefages y el último con Lombroso. Tenía entonces 23 años. Cambia el sistema de enseñanza y lleva a sus alumnos a ver delincuentes. Publica su obra "Nuevos Horizontes", y se lanza a un estudio de 700 reos, 300 enfermos mentales y 700 soldados como grupo de control.

Ahora, "con muchos kilogramos de estadísticas criminales digeridos y asimilados, y con aquellos trebejos de hacer investigaciones antropológicas, entendí haber formado un adecuado concepto de la realidad y poder proponerme determinar entonces un sistema jurídico verdaderamente positivo".

En 1882 pasa a la Universidad de Siena, donde permanece 4 años, es en esta época en que hace estudios sobre la pena y publica "Socialismo y Criminalidad".

En 1884 se casa, y en 1886 un acontecimiento va a cambiar su vida: Un grupo de ciudadanos de la provincia de Mantua fue juzgado por rebelión e incitación a la guerra civil. Ferri acepta la defensa, la que realiza con su acostumbrada brillantez, logrando vencer en la causa. La población de Mantua lo elige como diputado al Parlamento Nacional, puesto que ocupará hasta 1924, pues logró ¡once reelecciones. A partir de este hecho, Ferri se convierte en apasionado defensor de las causas populares, y es un "marxista sin saberlo", como él mismo confesó tiempo después.

En efecto, había desarrollado una teoría llamada "determinismo económico", que se acerca notablemente al materialismo histórico. Es de aclararse que las primeras diputaciones de Ferri son a título personal, sin el apoyo de partido alguno, pues el Partido Socialista de los trabajadores se funda hasta 1892, y Ferri ingresa a él en 1893.

En 1886 parte a Roma y en 1890 regresa a Pisa a ocupar el lugar de Carrara. Permanece 3 años y se establece en Fiésole. Tiene una época de gran actividad política, ayuda a organizar el Partido Socialista y funda y dirige el periódico "Avanti". Por esto sufre cárcel y debe ir una temporada al exilio.

Dicta cursos en Bruselas (1895) y en París (1889), funda la revista "La Scuola Positiva" (1892) y en 1906 toma la cátedra en la Universidad de Roma, en substitución de Impallomeni, cátedra que ocupará hasta su muerte.

El 18 de febrero de 1912 se aprueba la creación de un Instituto de Derecho Penal en la Universidad de Roma; Ferri es llamado a dirigirlo y lo denomina "Scuola di Applicazione Guirídico-Criminale". El curso era dividido en cuatro partes: el delincuente, el delito, las sanciones y el procedimiento. Esta escuela ha tenido profesores extraordinarios (Grispigni, Di TuUio, Niceforo, Ferracuti), y hasta la fecha somos muchos los que hemos tenido el honor de frecuentar sus aulas.
Dejó el Partido Socialista al terminar la primera guerra mundial, tomando en cuenta la incapacidad de dicho partido para realizar una revolución, o para asumir la responsabilidad del poder.

Ahora se va a dedicar a su más cara ilusión: lograr que Italia tenga un código penal de corte positivista, y en 1921 se presenta el proyecto realizado por una comisión presidida por Ferri en la que han participado representantes de las diversas escuelas, no es un código cien por ciento positivista, pero satisface a la mayoría.

Sin embargo, la situación política dificultó la aprobación del proyecto, el partido fascista llegó al poder y se formó una nueva comisión de la que tomó parte Ferri, el cual veía en el nuevo régimen una posibilidad de orden y de aceptación de sus ideas, sin embargo no alcanzó a ver promulgado el nuevo código, pues murió en 1929, siendo el código aprobado en 1930, y denominado Rocco-Mussolini.

Durante sus últimos años Ferri desarrolló una infatigable labor académica, viajó a Sudamérica y a varios países europeos, participó en múltiples congresos, defendió como abogado causas célebres, siempre con gran éxito, gracias a su indiscutible capacidad oratoria, pues como dice uno de sus biógrafos "Enrico Ferri nacque oratore", (Enrico Ferri nace orador). La influencia de Ferri en lo político, filosófico, literario, jurídico y criminológico es indudable.

SOCIOLOGIA CRIMINAL
  
La sociología criminal es una ciencia todavía en gestación; todos los ilustres sociólogos han expuesto hasta atrevidas teorías pero todas ellas tienen un fondo de incertidumbre, sobre todo cuando tratan de enumerar las verdaderas causas de la criminalidad. Algunos autores sostienen que en el acto criminal entran un complejo de factores algunas veces difíciles de determinar.

Otros como Lombroso dicen que la causa del acto criminal está constituida por las condiciones anómalas del criminal; para Maxwel, esa causa consiste en dos elementos: individuo y sociedad, otros sostienen que es la falta del libre arbitrio, y por último, hay quienes digan que las únicas causas de la criminalidad están constituidas por la suma de las tres categorías de factores estudiados.
Manzini nos dice que la “Sociología Criminal es la ciencia descriptiva que realiza la historia natural de la delincuencia”.

“En su rama biosociológica, la Sociología Criminal estudia los caracteres individuales del delincuente, con el fin de determinar las causas del delito y su grado de temibilidad social; en su rama jurídica, estudia la legislación preventiva y represiva de la delincuencia”.

Según su fundador, ENRICO FERRI, la sociología criminal es una ciencia de observación positiva que, fundándose en la antropología, la psicología y la estadística criminal, así como el Derecho Penal y los estudios penitenciarios, llega a ser la ciencia sintética de los delitos y las penas.

La sociología criminal no estudia el problema de la criminalidad más que en uno de sus muchos aspectos. Se ocupa sólo de la relación que existe entre el autor del delito, como sujeto activo, con la sociedad. Estudia el acto delictuoso como un acto puramente objetivo. Las condiciones internas que motivan el hecho, y la manifestación de la voluntad, son del resorte de otra ciencia, la Psicología Criminal, importante auxiliar de las demás ciencias que con el problema que venimos estudiando se relacionan.

La sociología criminal se diferencia de la sociología general en que, mientras la primera se ocupa únicamente del fenómeno de la criminalidad, la segunda estudia todos los fenómenos en general que influyen y modifican el desarrollo y progreso evolutivo del organismo social.

La infracción es un término que significa la violación de una ley o de un precepto de la autoridad, por lo que se incurre en una sanción penal.

La sociología criminal se auxilia de las siguientes ciencias para poder cumplir bien su cometido: de la Antropología Criminal, Etnografía, Psicología Criminal, Psiquiatría, Neurología; en fin, de la Estadística Criminal, base ordinaria y eficaz de todas las observaciones sociológicas.

Arguye Ferri que la sociología criminal es una ciencia positivamente de observación, realista. La considera como síntesis y fundamento de las ciencias anteriormente enumeradas y aún del Derecho Penal. Es decir, constituye una ciencia en la que se resumen el delito, el delincuente y la pena. Al asentar la etiología de la criminalidad otorgándoles toda importancia al influjo de los factores antropológicos, físicos y sociales, rechaza la teoría del libre albedrío como base del derecho penal, y, al proclamar que el delincuente es un ser anormal física y psíquicamente, sugiere las bases de la responsabilidad social.

Por último Ferri, elabora una clasificación de los delincuentes desde el punto de vista de su constitución física, más bien de sus funciones orgánicas y psíquicas. Cree que el tipo del criminal nato es característico que el criminal habitual encuentra en el media social las circunstancias propicias que accionan sobre su anormalidad para llegar a la comisión del acto delictuoso, como el loco y el congénito, que carecen del sentimiento social y moral. Asegura también que los delincuentes pasionales y por ocasión, se caracterizan por su escaso dominio para evitar en determinado momento la realización de un delito. Quien delinque, dice Ferri, lo hace presa de una anormalidad ya congénita o adquirida.

Rafael Garófalo también considera que la criminalidad tiene su gestión en el ambiente social y en contribución a las condiciones naturales del individuo, por lo que toda misión represiva del delito debe tener muy en cuenta que la criminalidad es un fenómeno social, debiéndose estimar y considerar de extraordinaria importancia los datos que los estudios antropológicos, físicos y sociales proporcionen. Buscar las causas que originen el delito es la misión de la Criminología, síntesis de la ciencia del delincuente y de la ciencia de la sociedad en relación con el delito.

pOr AlDo CeRvAnTeS!!!!

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