Son los que cometen dos o más crímenes, en lugares diferentes, de manera consecutiva, con un plazo muy corto entre uno y otro. También se les denomina asesinos relámpago. Casi siempre, sus primeras víctimas son familiares o amigos cercanos, y las últimas son desconocidos. El lugar del primer crimen suele ser una casa o departamento, y el último un sitio público. Muchos de ellos se suicidan después de perpetrar una masacre final. Por lo general utilizan armas de fuego o explosivos. Son similares a los asesinos en masa, pero la secuencia homicida se caracteriza por una escalada de violencia y el cambio de escenarios del crimen.
Los asesinos viajeros matan a dos o más personas en distintos lugares geográficos, con lapsos variables entre un crimen y otro. A diferencia de los asesinos itinerantes, estos criminales se trasladan a través de varios pueblos o ciudades, estados o provincias, e inclusive países. Sus métodos son similares a los de un asesino en serie, aunque sus constantes cambios de escenario hacen más difícil su identificación y captura.
Los asesinos de carretera (freeway killers) buscan a sus víctimas en las carreteras y los caminos vecinales. Para eso viajan en diferentes vehículos, que pueden ser automóviles o camiones de carga. Sus víctimas por lo general son autoestopistas, personas cuyos coches se han descompuesto, ciclistas u otros conductores.
Su modus operandi es recoger a las víctimas potenciales ofreciéndoles ayuda o transporte, conversar con ellas y después desviarse del camino alegando que conocen atajos. Pueden cometer abuso sexual o violación. Matan a golpes, estrangulan, acuchillan o balean. Se deshacen del cadáver dejándolo en el lugar de los hechos, enterrándolo en una zona cercana, arrojándolo a un barranco o lanzándolo al mar. Muy pocos se llevan los cuerpos en los vehículos, aunque sí pueden violar y matar en el interior de estos.
Una variante de esta clase de asesinos pide que lo lleven a algún lugar, fingiendo ser autoestopista; una vez en el vehículo, somete a la persona que conduce; después de golpear, violar o matar al propietario, puede robar su automóvil. Los asesinos de carretera son aficionados a la conducción y pueden pasar horas manejando sin rumbo. Tienen conocimientos de mecánica, saben rutas carreteras y generalmente conversan sobre automóviles.
Finalmente, los conductores asesinos son homicidas que utilizan un vehículo (casi siempre un automóvil) como arma para matar a una o más personas, atropellándolas de manera intencional. El concepto no se aplica a aquellos que conducen alcoholizados o de manera imprudente, y lesionan o matan a una persona por accidente.
Por: L. Cesar Machado
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